Desde épocas
remotas el hombre siempre ha creído en algo llamado el destino. Predeterminado
por un plan divino o por otra fuerza, uno no crea su destino; el destino le
toca. Esta es la premisa de Sol y Viento.
En Episodio uno hay el espíritu que
apareció por la fogata. El espíritu escuchó a las personas. Luego, el espíritu desapareció
hasta más tarde. Entonces, el espíritu apareció en el parque forestal cuando
Jaime estaba corriendo. Le vendió un papelito de la suerte a Jaime. Entonces, Jaime
por estar distraído chocó con María. Luego el espíritu apareció en el mercado.
El espíritu sonrió a Jaime. Más tarde Jaime vio a María. Por fin el espíritu apareció
por la carretera. El espíritu pinchó la rueda de Carlos y Jaime. Entonces,
Jaime tuvo que caminar a la viña de nuevo.
Yo creo que los espíritus intervinieron
en las vidas de las personas.
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